Jorge Galo Medina Torres
Rodrigo Sánchez Arce
Héctor Castellanos Alonzo
Roxana Aguirre Elizondo
Dirección General de Desarrollo de
Capacidades y Extensionismo Rural
Rodrigo Sánchez Arce
Héctor Castellanos Alonzo
Roxana Aguirre Elizondo
Dirección General de Desarrollo de
Capacidades y Extensionismo Rural
Subsecretaría de Desarrollo Rural
Sagarpa
"Con Los Pies En La Tierra"
Introducción
Recientemente se han cumplido cuatro décadas de la institucionalización de la capacitación en el campo mexicano, y en el marco de éste aniversario, se presentan algunas reflexiones sobre este proceso, desde sus orígenes, pasando por sus distintas etapas, hasta llegar a la actualidad, con el propósito de contribuir a la construcción de una política nacional de extensión e innovación rural productiva que de sustento al nuevo rostro del campo de México, adecuada a las circunstancias contemporáneas de productividad y competitividad indispensables para el desarrollo rural sustentable. Se enfatiza el surgimiento de un nuevo extensionismo como paradigma de la democratización del conocimiento para ser aplicado a las distintas zonas rurales del país, como un pilar esencial para alcanzar la metas de autosuficiencia alimentaria, incrementar el PIB agropecuario y lograr el equilibrio de la balanza comercial agroalimentaria.
El referente de evaluación más reciente de este proceso es el informe presentado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) para México en 2011, de cuyo diagnóstico se concluye { http://www.sagarpa.gob.mx/desarrolloRural/Documents/EXTENSIONISMO/ESTUDIO%20OCDE%20EXTENSIONISMO.pdf }:
*No existe servicio de extensionismo;
*Es cuestionable la calidad de los servicios profesionales prestados, sus impactos, la
interacción y colaboración institucional para la innovación, la población objetivo y los
objetivos planteados;
*La asistencia técnica es proveída en forma privada;
*Hay dispersión en los esfuerzos y recursos para los pequeños productores; y
*Los centros de investigación están desvinculados del campo y no aportan calidad a los
prestadores de servicios profesionales ni se actualizan.
Lo anterior deriva en una incipiente colaboración y participación de todos los actores rurales --productores, comunidades, organizaciones, sistemas producto y agroempresas--; en una deficiente preparación de los prestadores e servicios y planes de intervención que no impactan en el cambio de actitudes de los productores. Ello se traduce en un esquema costoso, lento, individualista, poco constructivo. ambiguo y de escasos resultados productivos.
El referente de evaluación más reciente de este proceso es el informe presentado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) para México en 2011, de cuyo diagnóstico se concluye { http://www.sagarpa.gob.mx/desarrolloRural/Documents/EXTENSIONISMO/ESTUDIO%20OCDE%20EXTENSIONISMO.pdf }:
*No existe servicio de extensionismo;
*Es cuestionable la calidad de los servicios profesionales prestados, sus impactos, la
interacción y colaboración institucional para la innovación, la población objetivo y los
objetivos planteados;
*La asistencia técnica es proveída en forma privada;
*Hay dispersión en los esfuerzos y recursos para los pequeños productores; y
*Los centros de investigación están desvinculados del campo y no aportan calidad a los
prestadores de servicios profesionales ni se actualizan.
Lo anterior deriva en una incipiente colaboración y participación de todos los actores rurales --productores, comunidades, organizaciones, sistemas producto y agroempresas--; en una deficiente preparación de los prestadores e servicios y planes de intervención que no impactan en el cambio de actitudes de los productores. Ello se traduce en un esquema costoso, lento, individualista, poco constructivo. ambiguo y de escasos resultados productivos.
I Génesis
En
1973, con el propósito de capacitar y actualizar técnicamente al personal de
campo y
administrativo para mejorar el desempeño de sus actividades de trabajo y
formar elementos multiplicadores de la capacitación con los productores
rurales, que constituían la clientela del Banco; se constituyó un nuevo
organismo denominado Centro Nacional de Capacitación de la Banca
Oficial Agropecuaria, A.C. (CENAC-BOA), instituido oficialmente el 5 de
noviembre de 1973.
II Evolución
En
1979, este Centro se convierte en el Centro Nacional de Capacitación del
Sistema de Crédito Rural, A.C. (CENAC-Rural). En ese mismo año, el CENAC Rural
se reestructuró y extendió el servicio de capacitación a todos los campesinos
del país y al personal de campo de las Instituciones del Sector, adoptando la
denominación de Instituto Nacional de Capacitación del Sector Agropecuario,
A.C. (INCA Rural), quedando constituido el 13 de diciembre de 1979. Su función
básica fue el capacitar a los empleados de las Instituciones, Organismos y
Dependencias Asociadas al Sector Campesino del País, en todo lo concerniente al
Desarrollo del Sector Rural, debiendo
coordinarse con las demás entidades del Sector Público involucradas con
la capacitación. A partir de esta fecha, se minimizan las acciones de
capacitación dirigidas a los técnicos, y
las acciones de capacitación para los campesinos se hacen prioritarias.
Finalmente,
y ante la puesta en marcha de diferentes esquemas de Capacitación y
Extensionismo, y las referencias internacionales relacionadas a la Gestión Territorial y al Desarrollo de Capacidades;
y además, a partir de la aprobación de la Ley Federal de Desarrollo Rural
Sustentable, se empieza a configurar una nueva aproximación para atender
integralmente el Desarrollo Rural, a partir del concepto de Desarrollo Humano
propuesto por la Organización de la Naciones Unidas (ONU). Así, para cumplir
con este nuevo enfoque, el 12 de junio de 2002, el INCA RURAL se convierte en
el Instituto Nacional para el Desarrollo de Capacidades para el Sector Rural, A.C. Con ello, se cumple con lo dispuesto en el
PND, acerca del Desarrollo Humano y sus Capacidades, se inicia la emergencia
del Nuevo Paradigma Territorial, en sustitución del sectorial y se promueve una
mayor corresponsabilidad de los Gobiernos estatal y municipal.
III Transformación: La Nueva Etapa de Extensión e Innovación
Rural.
No
podemos regresar al pasado para hacer un nuevo inicio de nuestro trabajo y
tareas; lo que si podemos hacer es iniciar desde dónde estamos, y desde lo que
hemos hecho poner un nuevo final,
iniciar con una Nueva Institución, adecuada a los tiempos modernos, flexible,
innovadora, creadora y que articule todo lo que involucre el cambio de
actitudes, el desarrollo de nuevas aptitudes, y elevemos el nivel de vida
social, económico y ecológico de los millones de productores rurales de México.
Es
tiempo oportuno de integrar una sólida Institución que articule la Extensión
con la educación, la investigación y la innovación. Es tiempo de hacer sinergia
y coordinar en los hechos los esfuerzos y recursos del Gobierno Federal para
beneficio de todos los estratos de productores, en especial aquellos de pequeña
y mediana escala, sin desatender los requerimientos especiales de los
productores más desarrollados.
Para
democratizar la productividad en el campo, se requiere dar pasos firmes en la
construcción de Instituciones que respondan al Plan Nacional de Desarrollo y en
particular al PROGRAMA para Democratizar la Productividad 2013-2018 para establecer
políticas públicas que: “…eliminen los
obstáculos que limitan el potencial productivo de los ciudadanos y las
empresas; incentivar entre todos los actores de la actividad económica el uso
eficiente de los recursos productivos; y analizar de manera integral la
política de ingresos y gastos públicos para que las estrategias y programas del
gobierno induzcan la formalidad…” y más delante se afirma que entre las causas
del bajo crecimiento de la economía mexicana está el de “…la insuficiente inversión en el capital humano…”
Democratizar
la productividad significa llanamente que: “…las
oportunidades y el desarrollo lleguen a todas las regiones, a todos los
sectores y a todos los grupos de la población…”
Ello
demanda acciones para “…fomentar la organización y las asociaciones
productivas de pequeños productores para generar economías de escala…”
Es
evidente “…una inadecuada capacitación
para el trabajo inhibe la productividad de los trabajadores porque dificulta el
uso de bienes e instrumentos de trabajo que demandan mayores habilidades
técnicas, frena el proceso de adopción de nuevas
tecnologías e impide a los
individuos ocuparse en sectores de alta productividad…”
En particular para el Sector
Rural, los retos fundamentales son, además de los retos que la fragmentación de
la tierra representa para su eficiencia: “…la
efectividad de las Políticas Públicas dirigidas a esta población se ha visto
disminuida por la dispersión y falta de coordinación de los programas de
gobierno; la oferta de servicios parciales e incompletos; la escala
insuficiente y la limitada duración en el tiempo de los servicios; y por las
dificultades de coordinación entre órdenes de gobierno. Elevar la productividad
de estos productores requiere poner a su alcance asesoría técnica, tecnología,
financiamiento, acceso al agua y un paquete de insumos como semillas mejoradas
y fertilizantes, así como incentivos para promover asociaciones productivas que
les permitan generar economías de escala…”
Entre los principales
problemas que frenan el crecimiento y la productividad en el medio rural,
sobresalen tres:
1) Uso y asignación ineficiente a los factores de producción (trabajo,
capital, tierra y capital natural) cuyas causas son el limitado crédito y al capital y la escala reducida de los predios
agrícolas;
2) Factores que inhiben la
productividad de las personas y al interior de las empresas cuyas causas son subinversión en el capital
humano de segmentos marginados de la población y la insuficiente inversión en
ciencia, tecnología e innovación; y
3) Brechas regionales y
sectoriales cuyas causas principales son
los obstáculos al cambio estructural y transformación productiva
de sectores tradicionales.
Estrategias y líneas de acción
encomendadas a la SAGARPA en el Programa de Democratizar la Productividad se
encuentran:
Estrategia
1.3.
Promover el uso eficiente del territorio nacional, tanto en las ciudades como
en el medio rural.
Líneas
de Acción:
1.3.2 Fomentar la
organización y las asociaciones productivas de los pequeños productores que les
permitan generar economías de escala.
Estrategia 2.4 Establecer
programas integrales dirigidos a elevar la productividad de los productores
rurales, especialmente de los pequeños productores.
Líneas
de Acción:
2.4.1 Facilitar el acceso a
insumos básicos para las actividades agropecuarias, en particular semillas
mejoradas, fertilizantes, financiamiento y agua.
2.4.2 Promover las
inversiones en la infraestructura necesaria para facilitar la comercialización
y el acceso a los mercados. Específica
2.4.3 Promover la adopción
de nuevas tecnologías y técnicas agropecuarias y pesqueras, incluidas las TICS
a través de extensionismo y capacitación.
2.4.4 Articular las
políticas públicas dirigidas a los pequeños productores agrícolas, en
particular aquellos que habitan en zonas marginadas.
Estrategia
4.2
Promover un cambio estructural ordenado que permita el crecimiento de
actividades de mayor productividad y la transformación de sectores
tradicionales.
Líneas
de Acción:
4.2.3 Orientar los programas
dirigidos al sector agropecuario hacia actividades que eleven la productividad
del campo, especialmente de los pequeños productores.
4.2.4 Promover inversiones
en sanidad animal y vegetal, inocuidad, investigación y desarrollo, sistemas de
información agroclimática y otros bienes públicos rurales.
En
base a lo anterior, la democratización
de la productividad consiste en poner en marcha políticas públicas que eliminen
los obstáculos que impiden alcanzar su máximo potencial a amplios sectores de
la vida nacional. El Programa para Democratizar la Productividad establece
las acciones que seguirá el Gobierno Federal para hacer operativa dicha
estrategia. Por lo que la presente propuesta Institucional se apega a esta
estrategia transversal que permita articular acciones, optimizar los recursos
disponibles y llevar los recursos de extensión, capacitación, investigación e
innovación productiva y creativa a todos los estratos del medio rural, sobre
todo a los pequeños y medianos productores, en los cuales se sustenta un gran
potencial para cumplir con las metas agroalimentarias y de autosuficiencia del
país.
El
Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario, Pesquero y Alimentario 2013-2018
de la Sagarpa, publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 13 de
diciembre, establece las directrices y bases para construir un nuevo rostro del
campo sustentado en un sector agroalimentario productivo, competitivo,
rentable, sustentable y justo, que garantice la seguridad alimentaria del país.
Para ello, la estrategia agroalimentaria para la productividad se apuntala en
10 pilares del cambio (Figura 1), de los cuales el número 4, se refiere a:
"Impulsar la innovación, el desarrollo
tecnológico aplicado y la asistencia
técnica con un nuevo
Extensionismo"
Esto
significa en la práctica, fusionar los
conocimientos, los resultados de la investigación y los desarrollos
tecnológicos para generar soluciones y
alternativas al proceso productivo, que
sean viables, pertinentes, transferibles, multiplicables y moldeables y que
además, sean factibles de generar valor agregado elevando la productividad.
Dentro
del Programa Estratégico 2013-2018, el nuevo extensionismo tiene como retos fundamentales:
“…impulsar la aplicación práctica del
conocimiento, investigación y desarrollo tecnológico, apoyada en una fuerte
vinculación entre las instituciones de educación superior y centros de
investigación con los sectores privado y público (también entre los mismos
centros) con el productor, para desarrollar programas efectivos que focalicen
los esfuerzos, así como los programas de educación superior y posgrado a temas
pertinentes y que hagan más eficiente el uso de los recursos, evitando duplicidades.
Para ello, las instituciones de
educación superior y los centros de investigación y desarrollo se enfocarán a
generar innovaciones aplicadas que respondan a las principales demandas del
sector, trabajando de manera vinculada con los productores y el gobierno para
determinar las principales necesidades de innovación a lo largo del proceso
productivo, y generar soluciones basadas en conocimiento, que se transfieran,
incorporen y apropien por los productores para elevar su productividad.
El gran reto es que los pequeños
productores que presentan baja competitividad, rentabilidad y limitado acceso a
las innovaciones, no solo por carencia de recursos económicos, sino también por
deficiencias en sus habilidades empresariales y educativas, se inserten en el círculo
virtuoso de la innovación, que al incorporarla al proceso les permitan ser más
productivos y rentables, incentivándolos a continuar innovando. Para lograrlo
es indispensable contar con un nuevo extensionismo formal y moderno, que
contribuya a desarrollar las capacidades empresariales y de aprendizaje de los
productores, al mismo tiempo que es el principal instrumento para la
transferencia de conocimiento, así como para la aplicación masiva de técnicas y
tecnologías que permitan innovar significativamente los procesos productivos,
contribuyendo a construir una nueva cultura de un campo productivo e innovador.
El futuro del sector depende de qué tan
exitosamente se genere y aplique el conocimiento y la innovación por los
productores. Por ello, es apremiante orientar la capacidad de innovación a la
productividad y eficiencia a lo largo de las cadenas productivas, mediante el
impulso al desarrollo de investigaciones y tecnologías adecuadas, pertinentes y
aplicadas al sector productivo; es decir, se tiene que dar prioridad a todo
aquello que aporte elementos en la solución a problemas específicos del sector
agrícola, pecuario y pesquero, que redunde en un mayor incremento y
democratización de la productividad agroalimentaria.
Resulta toral impulsar una política
pública integral y transversal de innovación, investigación y desarrollo
tecnológico aplicados que cumplan con la característica fundamental de buscar
la utilidad tangible con resultados inmediatos para toda la sociedad; sin dejar
de apoyar la investigación básica, pero bajo la premisa de que el conocimiento
pueda ser utilizado por los productores para resolver problemas reales, de alto
impacto social y económico, sin poner en riesgo los recursos naturales de la
nación.
Se requiere reducir la brecha de productividad
mediante la masificación de las tecnologías que permitan lograr rendimientos
experimentales altos, para pasar de los módulos demostrativos a grandes
extensiones productivas que propicien polos de desarrollo y agroclúster estratégicos… Asimismo a través del Componente Extensión e Innovación
Productiva, del Programa Integral de Desarrollo Rural se proporcionan servicios
profesionales de extensión e innovación rural a los productores marginados y de
bajos ingresos del país, a fin de contribuir al incremento de la productividad
y la generación de alimentos, donde el INCA Rural constituye uno de los
principales instrumentos para apoyar el extensionismo…”
En
concordancia con la política actual,
expresada en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, al Programa para
Democratizar la Productividad y el Decreto de la Cruzada contra el Hambre y
Pobreza, al Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario, pesquero y
alimentario 2013-2018; y de manera específica, el hacer efectiva en una primera
etapa, la transversalidad del Extensionismo a todas las áreas de la SAGARPA que
realizan acciones de capacitación, asistencia técnica, extensión y desarrollo
de capacidades, y en un segundo término a todas las áreas de la Administración
Pública Federal que realizan actividades afines; se ha modificado la estructura programática de la Subsecretaría de
Desarrollo Rural para incluir el nuevo Programa Integral de Desarrollo Rural en
la cual se integran distintos Componentes como el de Extensión e Innovación Productiva, el cual estará bajo la
responsabilidad de la actual Dirección
General de Desarrollo de Capacidades y Extensionismo Rural que, de acuerdo a la Estrategia 1.2 Desarrollar las
capacidades productivas con visión empresarial, del Programa Sectorial de la
Sagarpa 2013-2018, considera las siguientes Líneas de Acción:
1.2.1.
Proporcionar servicios integrales de innovación y extensión rural para
incrementar la productividad en la generación de alimentos.
1.2.2.
Promover la transversalidad de la extensión e innovación rural a través de las
cadenas productivas y de valor
(insumos-producción-post-producción-comercialización).
1.2.3.
Desarrollar capacidades productivas, competitivas y empresariales, con enfoque
práctico aplicado mediante la innovación en el intercambio de conocimientos.
1.2.4.
Consolidar un extensionismo versátil, utilizando las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC).
1.2.5.
Impulsar el modelo redes de servicios de extensión e innovación con enfoque
territorial, en aspectos técnicos, productivos y culturales.
1.2.6.
Promover servicios de extensión y capacitación especializados para atender
problemas productivos mediante programas integrales e incluyentes, regionales y
nacionales.
1.2.7.
Establecer esquemas innovadores de vinculación con instituciones educativas, de
investigación y capacitación.
1.2.8.
Impulsar la atención focalizada a grupos vulnerables con una visión de
desarrollo sustentable.
1.2.9.
Consolidar la vinculación de quienes egresan de instituciones educativas con el
sector productivo mediante servicio social y prácticas profesionales.
1.2.10.
Fortalecer las capacidades de las y los pescadores y acuacultores en el manejo
de buenas prácticas y comercialización.
Asimismo, se propone integrar
orgánicamente las actividades de capacitación, asistencia técnica, desarrollo
de capacidades e innovación tecnológica rural, para dar paso a una política
pública de Extensión, Investigación,
Innovación y Educación Rural, que articule las actividades de Educación e
Investigación, que asegure que sus acciones sean transversales dentro de la propia
SAGARPA y con todas aquellas dependencias que realicen actividades de
asistencia técnica o capacitación en el medio rural.
Esto es de la mayor
importancia para que los recursos destinados a estas actividades lleguen
efectivamente a los productores, de manera ordenada, sin duplicidades, con
metodologías probadas para la transformación productiva y cambio de actitudes
necesario para incrementar la producción de los productos estratégicos
nacionales, mejorar la economía y empleo rural y ampliar las condiciones de
bienestar y dignidad de la vida rural.
Entre las acciones diseñadas para corregir estas insuficiencias en 2013, se encuentran:
- Instalación de Comisiones Estatales de Desarrollo de Capacidades y Extensionismo Rural
- Apoyo a proyectos integrales de capacitación con una visión territorial
- Creación de nuevas instancias para la formación de formadores, tanto presencial como en línea
- Alineación con el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, la Democratización de la Productividad, el Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario, Pesquero y Alimentario
- Acción efectiva en la Cruzada contra el Hambre y oriente apoyos a territorios, sistemas producto y cadenas de valor prioritarias
- Articulación corresponsable con todas las áreas de la Administración Pública para un aprovechamiento integral de los incentivos a los productores
- Difusión y comunicación en todo el país para que en todos los niveles de la Administración Pública y en el campo, se reconozca su importancia estratégica para todos los proyectos de inversión productiva
- Asimilación de las experiencias exitosas, eliminación de vicios y desviaciones y rescate de los saberes tradicionales de los productores
- Apropiación del concepto del nuevo extensionismo y la innovación productiva en el medio rural y gubernamental
En esta propuesta se considera la elaboración y puesta en marcha de 4 estrategias y sus respectivas líneas de acción: 1) Visión de Transversalidad, 2) Coordinación Interinstitucional, 3) Orientación Innovadora y Productiva y 4) Dignificación del Capital Humano y Calidad en el Servicio.
De esta manera se consolidaría una Política Nacional de Extensión e Innovación productiva, competitiva, rentable, sustentable y que impacte positivamente en la seguridad alimentaria, en el PIB agropecuario y pesquero y en la balanza comercial agroalimentaria. Estamos en el umbral de una nueva era en que se construya con visión de estado un nuevo rostro del campo
mexicano.