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sábado, 17 de diciembre de 2011

Del olvido y lo trivial

'Yo no hablo de venganzas
ni perdones, el olvido es
la única venganza y el
 único perdón' 

Jorge Luis Borges


Cuenta la historia  que Albert Einstein, uno de los hombre más inteligentes que el mundo ha visto, no podía recordar su propio nùmero teléfonico. Cuando Einstein fue cuestionado por ello,  él respondió con un gesto despreocupado que para que debía memorizarlo, ya que  si necesitaba hablar a ese nùmero solo tendría que consultar la guía telèfonica.

La logica de  Einstein era enfocar su memoria en lo que consideraba cosas importantes y no es fácil disentir de su razonamiento. Al contrario deberíamos de preguntarnos cómo está nuestra mente. ¿Que es lo que verdaderamente necesitamos memorizar en la vida? ¿Está nuestra memoria llena de hechos útiles o de trivialidades?  ¿Nuestra ocupacion actual nos demanda tener una buena memoria?
Hace días propios y extraños comentaron en las redes sociales, radio, tv y prensa escrita, acerca del momentáneo olvido de Peña Nieto del titulo de los libros que había leído. Sus enemigos, lo usaron como oportunidad de atacarlo y ridiculizarlo politicamente. Hicieron de un asunto intrascendente en nuestra vida nacional,  un foro de insultos, bromas y ataques. 
Recordemos a esas personas la popular definición de  Chesterton: "Un clásico es un libro que se puede elogiar sin haberlo leído"
Hoy, hace unas horas, al recibir su constancia como cándidato a Presidente de México, Peña Nieto afirmó contundentemente:

"...Es cierto, podré no recordar el nombre de algún autor, pero debe quedar muy claro:
Lo que no se me olvida es la violencia, la pobreza y la desesperanza que vive México.
Lo que no se me olvida, es el estancamiento económico, el desempleo y falta de oportunidades que se padecen en nuestro país desde hace más de una década.
Lo que no se me olvida, es que más de 50 millones de mexicanos viven lamentablemente en pobreza.
A mí no se me olvida el dolor de las familias que han perdido a sus seres queridos, por el ataque impune de los criminales.
A mí no se me olvida la mirada de desesperación de la mujer que mantiene el hogar y no encuentra un empleo; la impotencia que sufre, al no poder llevar sustento para sus hijos.
A mí no se me olvida la frustración de millones de jóvenes, que habiendo estudiado, no encuentran un empleo digno.
No señores. A mí no se me olvida lo que debe tener presente todo gobernante: escuchar a la gente, asumir plenamente sus responsabilidades, pero sobre todo, cumplir con sus compromisos...  Como Presidente, no olvidaré que México merece paz y tranquilidad.
Como Presidente de todos los mexicanos, no olvidaré la urgencia de una auténtica reconciliación nacional.
Como Presidente de México, que aspiro, no olvidaré impulsar decidida y comprometidamente el empleo y aprovechar el gran potencial de nuestro país y de todo los mexicanos.
Como Presidente, no olvidaré crear las oportunidades para que todo mexicano sea capaz de vivir su propia historia de éxito.
Como Presidente, jamás olvidaré defender a México..."

Que gran lección de humildad y honestidad intelectual.
Sobretodo, nos recuerda que hay cosas significativas y transcedentes que no se nos deben olvidar: las causas y principios a las cuales dediquemos nuestra vida. Hay que tener siempre presente, el proyecto de vida que elegimos, con su bagaje de valores, acciones y visiones que conforman nuestra misión.


A mi me queda muy claro, que no debemos olvidar estos últimos casi 12 años de descalabros, de 'guerritas' fallidas que han costado miles de vida, de una sucesión de gobiernos que han puesto en condiciones de alta vulnerabilidad a millones de mexicanos, sin empleo, sumidos en la pobreza, desesperacion y desesperanza. Eso sería un olvido verdaderamente imperdonable.