"...En pocas aventuras se nos aparece Don Quijote más grande que en
ésta en que se impone su fe a los que se burlan de ella y los lleva a
defenderla a puñetzos y a coces y a sufrir por ella.
¿Y a qué se debío ello? No a otra cosa sino a su valor de afirmar
delante de todos que aquella bacía, que como tal la veía él lo mismo que
los demás, con los ojos de la cara, era el yelmo de Mambrino, pues le
hacía oficio de semejante yelmo
...Es el valor de más quilates el que afronta, no daño del cuerpo ni mengua
de la fortuna ni menoscabo de la honra, sino el que le tomen a uno por
loco o por sandio.
Este valor es el que necesitamos en España, y cuya falta nos tiene
perlesiada el alma. Por falta de él no somos fuertes, ni ricos, ni cultos;
por falta de él no hay canales de riego, ni pantanos, ni buenas cosechas; por
falta de él no llueve más sobre nuestros secos campos, resquebrejados
de sedd, o cae a chaparrones el agua, arrastrando el mantillo y arrastrando
a las veces las viviendas.
¿Qué, también os parece paradoja? Id por esos campos y proponed
a un labrador una mejora del cultivo o la introducción de una nueva
planta o una novedad agrícola y os dirá: "Eso no pinta aquí". "¿Lo
habéis probado?", preguntaréis, y se limitará a repetir "Eso no pinta aqui".
Y no sabe si pinta o no pinta, porque no lo ha probado, ni lo ensayará
nunca. Lo probaría estando de antemano seguro del buen éxito, pero
ante la perspectiva de un fracaso y tras él al burla y chacota de sus
convecinos, tal vez el que le tengan por loco o por iluso o por
mentecato, ante eso se arredra y no ensaya. Y luego se sorprende del triunfo
de los valientes, de los que arrostran motajos, de los que no se atienen al
"en donde fueres haz lo que vieres" y el "¿adónde vas, Vicente?,
¡a dónde va la gente!", de los que se sacuden del instinto rebañego..."
Miguel de Unamuno
Vida y Obra de Don Quijote y Sancho
Editorial Porrúa
3a Ed, 2006
México, D.F.
pp. 89-90
Nuestro deber es construir un mundo mejor, ¿Que clase de hombre es aquel que no quiera cambiar el mundo por uno mejor? Nuestra pequeñez en el vasto universo no debe limitarnos para mejorarlo. Para alcanzar lo posible, hay que intentar lo imposible. Creo firmemente que para cambiar al mundo hay que empezar por nosotros mismos. Labrar en nosotros mismos la mejor persona en que nos podamos convertir. ¡Al cambiar nosotros, el mundo cambia!