Homo addictus
Intervención:
"Un proceso de ayuda dirigida a auxiliar
a una persona o familia a soportar un
suceso traumático de modo que la
probabilidad de efectos negativos
como daños físicos o emocionales
se aminore y la probabilidad de
crecimiento se incremente".
Slaikeu, K. A. 1994.
Intervención en crisis.
México. Manual Moderno.
Más claro no hubiera sido expresado, a lo que Emerson se refirió con la sabiduría de todo un Homo sapiens, en su tratado de la Grandeza:
"... todo individuo tiene una predisposición a la cual debe obedecer, y en tanto que la siente y la obedece es como logra y desarrolla correctamente su poder legítimo en el mundo. Es la aguja magnética que apunta siempre en una dirección en su ruta adecuada, con variaciones mínimas de las de otros hombre. Nunca será feliz o fuerte hasta que la encuentra y la guarda..." (1)
El hombre ha sido dotado por la naturaleza de una gran capacidad para aficionarse prácticamente a todo. Y a una afición le sigue otra y otra, en una caravana sin fin. Y la causa de ello reside en el principio rector del comportamiento humano que lo motiva a 'probar' o 'buscar', 'insensibilizarse' o 'escapar'. De esta manera lo que que atinadamente señalaba George Bernard Shaw
"... Dichoso aquel cuya afición coincide con su profesión...", ";
se transforma en una adicción; entendiendo por esta, aquel comportamiento o conducta
que se repite en un interminable ciclo de insaciedad, parrandas, remordimiento,
separación y abandono.
Velez-Mitchel (2) establece que todo comportamiento adictivo tiene su raíz en el
'escapismo'. Mediante el escapismo, intentamos salir del hartazgo de sentimientos
desagradables y verdades dolorosas, recurriendo a sustancias o conductas adictivas que
alteran nuestro estado emocional y mental. En síntesis, la adicción es una manera de
alejarnos de la realidad, de alterarla y de acostumbrarnos a esta nuevo mundo. Los
medios --drogas o conductas--pueden variar, pero el objetivo es el mismo: El olvido.
El Homo adictus que así se ha formado, tiene variantes diversas, tribus o razas,
tales como: adictos al consumo, a los fármacos, a las tecnologías, a la celebridad,
al sexo, al crimen, a la cárcel, a la comida, a la procrear, a la limpieza y a la
guerra. Y todos son copias al carbón en cuanto a su origen y destino. En su sentido más
amplio, son enfermos mentales; es el paso previo para llegar al Homo demens y a los
extremos del delirium tremens. Las adicciones, si bien han acompañado al hombre durante
muchos años, se han convertido en uno de los principales problemas del tercer milenio, y
no solo en el aspecto de salud, sino social, económico, educativo, cultural, laboral
y de inseguridad.
La palabra adicto, en su acepción del latín, se deriva de 'addictus' que significa heredado
o adjudicado. Se dice que los romanos, despues de una guerra, realizaban una subasta en
la que regalaban esclavos a aquellos soldados que habían sobresalido. A esos esclavos se
les conocía como addictus; también, en la roma antigua, las deudas por dinero hacian
esclavos , temporales o permanentes, a ciertas personas. En el México del Porfiriato,
muchos campesinos y obreros, en las haciendas y en las fabricas, se convertían
prácticamente en esclavos por las deudas, en lo que se conocía habitualmente como
tiendas de raya.
De ahí que un adicto se entiende como aquel que es esclavo de las drogas y de otras
conductas. Un esclavo del siglo XXI, que forma parte de la cadena oferta-consumo. Siendo
un consumidor activo, y dependiendo de la naturaleza de la adicción y de su intensidad,
un problema público. Si bien por un lado, la lucha contra el narcotráfico, es un esfuerzo
loable para detener la oferta; por otro lado, al adicto debe de atenderse, para disminuir
su consumo. Cerrar ambas partes de la pinza, es la única manera para que en el mediano
plazo eliminemos ese pernicioso jinete del apocalipsis, que cabalga a sus anchas por
todo el país, y que solo nos conduce al sufrimiento y a la muerte.
muchos años, se han convertido en uno de los principales problemas del tercer milenio, y
no solo en el aspecto de salud, sino social, económico, educativo, cultural, laboral
y de inseguridad.
La palabra adicto, en su acepción del latín, se deriva de 'addictus' que significa heredado
o adjudicado. Se dice que los romanos, despues de una guerra, realizaban una subasta en
la que regalaban esclavos a aquellos soldados que habían sobresalido. A esos esclavos se
les conocía como addictus; también, en la roma antigua, las deudas por dinero hacian
esclavos , temporales o permanentes, a ciertas personas. En el México del Porfiriato,
muchos campesinos y obreros, en las haciendas y en las fabricas, se convertían
prácticamente en esclavos por las deudas, en lo que se conocía habitualmente como
tiendas de raya.
De ahí que un adicto se entiende como aquel que es esclavo de las drogas y de otras
conductas. Un esclavo del siglo XXI, que forma parte de la cadena oferta-consumo. Siendo
un consumidor activo, y dependiendo de la naturaleza de la adicción y de su intensidad,
un problema público. Si bien por un lado, la lucha contra el narcotráfico, es un esfuerzo
loable para detener la oferta; por otro lado, al adicto debe de atenderse, para disminuir
su consumo. Cerrar ambas partes de la pinza, es la única manera para que en el mediano
plazo eliminemos ese pernicioso jinete del apocalipsis, que cabalga a sus anchas por
todo el país, y que solo nos conduce al sufrimiento y a la muerte.
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(1) GREATNESS. - Ralph Waldo Emerson, The Works of Ralph Waldo Emerson, vol. 8 (Letters and Social Aims) [1909]
(2)Velez-Mitchell, Jane. 2011. Addict nation. An intervention for America. Health Communi
cations, Inc. Deerfiel Beach, Florida. 326 p.