NarcoEspejismo

“Es absurdo hablar de adicción a Internet,
es como decir de alguien que lee mucho
que es adicto a la celulosa”
José Miguel Gaona Cartolano

Abro hoy la ventana al tema ahora muy popular entre los adolescentes y jóvenes mexicanos: el poder de la atracción de la violencia y el crimen.

Cada día son más los aspirantes a ésta actividad ilícita y socialmente indeseable. Y cada día son más los que ingresan seducidos por la ley del “mínimo esfuerzo”, con el señuelo de una retribución económica lucrativa en el corto plazo. A ello ayuda en mucho, la irresponsable transmisión de noticias de éste tipo, en que los protagonistas son los “JJ”, “La Barbie”, “el grande”, “el amarillo” “el Ponchis” y “La Reina del Sur”. Leía en Twitter que la hija del gobernador de Jalisco consideraba a los estudiantes cómo “los clientes más fieles del Narco” (http://bit.ly/i0LDpR).

Algo anda mal, los valores invertidos, los modelos o roles de quienes deben ser nuestra inspiración se suplantan. No es un paradigma deseable ni aceptable. La realidad nos rebasa la mayoría de las veces y cabalgamos en corcel de dos mundos. La guarnición de principios, normas y valores que como sociedad debemos de custodiar y salvaguardar, está en peligro de extinción.
¿En dónde estamos perdiendo la batalla? ¿Cómo llegamos a ésta situación perversa? La educación y vida familiar e infantil son parte de la respuesta; las condiciones del país completan la película. Pobreza, desempleo o poco remunerativo, insuficientes espacios deportivos, culturales y recreativos propician que los jóvenes se asomen a esa ¡ventana glamorosa! La guerra actual contra el narco agravó el asunto al abrir nuevos frentes de pandillerismo, violencia y confrontación.
Como sociedad educada, lo último que podemos permitir es aceptar al NarcoModelo como una nueva sub-cultura. Ni tampoco que estamos inevitablemente destinados a sucumbir ante éste pernicioso modelo.

¡Un delincuente no es una estrella!