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miércoles, 9 de marzo de 2011

¿Apilas ladrillos o Construyes Catedrales?

"Un hombre visita una obra en construcción y ve a tres hombres trabajando.
Se detiene y pregunta al primero ¿Qué está haciendo? "Me estoy ganando la vida, ¿que no ve?, responde éste. Luego pregunta lo mismo al segundo
¿Qué está haciendo usted? y éste responde: "Estoy levantando una pared".
...Se dirige finalmente al tercero y le formula la misma pregunta.
El hombre lo mira y le dice: "Estoy construyendo una hermosisima catedral"




Éste asunto de ladrillos, no es un asunto superficial; se le ha denominado el síndrome del ladrillo, tema profundo vinculado a la actitud y la precepción individual y que todo líder debería de asimilar y poner en práctica. Las tres personas están haciendo lo mismo, sólo que en la mente de cada uno, la dimensión y alcance de lo que realizan es muy diferente. El arte de colocar los ladrillos es el mismo y los tres lo dominan; sólo que su compromiso y percepción de la trascendencia de lo que hacen es totalmente diferente. ¿De quién es la responsabilidad de esa manera de asumir el compromiso? Sin duda, del director o responsable de la obra, en otro conetexto del director de la empresa, de la escuela, facultad, universidad.


Alejandro Formanchuk (http://www.sht.com.ar/archivo/temas/dimensiones.htm), usa ésta parábola para demostrar la dimensión estratégica de la comunicación interna, y dice de la tercera persona, la que construye --palacios, catedrales, escuelas, etc--lo siguiente:


'Se siente orientada: ya sabe hacia dónde está yendo.
Conoce el rumbo, los objetivos, la visión y misión de la organización.
Se siente comprometida: sabe cuáles son sus objetivos personales y cómo su esfuerzo permite alcanzar metas globales.
Se siente respetada: ya no es más un simple “colocador de ladrillos”.
Se siente valorada: alguien le explicó la trascendencia de su trabajo y le confió cuál es el objetivo final.
Se siente motivada: trabaja por una causa mayor y más importante.
Se siente integrada: forma parte de un equipo y conoce cuál es el impacto de su tarea sobre el resto.
Se siente contenida: conocer el objetivo de la tarea permite, entre otras cosas, bajar la conflictividad y el malestar que genera la incertidumbre'



Por otro lado, las personas del primer y segundo tipo, juzgarán mucho de lo que hacen como inútil, o lo harán porque así se lo ordenaron o por la necesidad del trabajo; pero en ningún caso, lo sentirán como parte suya.

De ahí que necesitemos tener más constructores, formarlos, en la casa, en la oficina, en el departamento, centro, instituto o universidad. Sólo así, haremos posible que cada uno de nosotros de lo mejor de si. Sólo así, las personas serán y se sentirán más útiles, más valiosas, y vivirán un vida con sentido.