En el sexenio de Gustavo Diaz Ordaz (de los que dicen los izquierdistas y los de la derecha azul que fué uno de los peores), un trabajador que ganaba $ 16.75 diarios,
tenía un poder adquisitivo para comprar lo siguiente:
1 KG. TORTILLAS $ 0.60
1 LITRO DE LECHE $ 1.20
1 FUNCION DE CINE $ 1.50
10 LITROS DE GASOLINA $ 6.00
1 COCA COLA $ 0.50
1 CAJETILLA DE CIGARROS RALEIGH $ 1.20
1 KG. DE CARNE $ 4.50
Y con lo que le quedaba, todavía contribuía al ahorro nacional.
O sea,
¡cuando estabamos peor (sic?) vivíamos mejor!
Nuestro deber es construir un mundo mejor, ¿Que clase de hombre es aquel que no quiera cambiar el mundo por uno mejor? Nuestra pequeñez en el vasto universo no debe limitarnos para mejorarlo. Para alcanzar lo posible, hay que intentar lo imposible. Creo firmemente que para cambiar al mundo hay que empezar por nosotros mismos. Labrar en nosotros mismos la mejor persona en que nos podamos convertir. ¡Al cambiar nosotros, el mundo cambia!