'El plan
En el principio fue el plan.
Y luego vinieron las suposiciones.
Y las suposiciones no tenían forma.
Y el plan carecía totalmente de sustancia.
Y en el rostro de los trabajadores apareció la oscuridad.
Y hablaron entre sí hasta acordar: "Este plan es una broma, y
apesta".
Y los trabajadores fueron con sus supervisores para decirles: "El plan
está rancio y lleno de hongos, y nadie puede soportar el olor que
despide".
Y los supervisores fueron con sus gerentes para informarles: "El plan
apesta, y lo hace tan fuerte que nadie puede soportarlo".
Y los gerentes fueron con los directores para decirles: "El mejor uso
para el plan es como abono y fertilizante, y nadie puede soportar
su fuerte olor"
Y los directores hablaron entre sí, hasta decidir: "El plan contiene lo
que ayuda al crecimiento de las plantas y, por lo tanto, es muy
fuerte"
Y los directores fueron con la directora ejecutiva, para informarle: "El
plan promueve el crecimiento y es muy poderoso".
Y ella fue con el director general para decirle: "Este nuevo plan pro-
moverá activamente el crecimiento y la eficiencia de nuestra em-
presa".
Y el director general miró el plan, lo presentó al consejo administra-
tivo y dijo: "¡Confíen en mí! ¡Es bueno!"
Y el plan se volvió política de la empresa.'
Louis Patler.2004. ¡Rompa las reglas! Lecciones irreverente
para triunfar en la nueva economía. Editorial Oceáno. México,
D.F. 296 p.
Nuestro deber es construir un mundo mejor, ¿Que clase de hombre es aquel que no quiera cambiar el mundo por uno mejor? Nuestra pequeñez en el vasto universo no debe limitarnos para mejorarlo. Para alcanzar lo posible, hay que intentar lo imposible. Creo firmemente que para cambiar al mundo hay que empezar por nosotros mismos. Labrar en nosotros mismos la mejor persona en que nos podamos convertir. ¡Al cambiar nosotros, el mundo cambia!