La sociedad mexicana está urgida de una mayor cobertura de educación
con calidad --actualmente solo 3 de cada 10 jovenes en edad universitaria ingresan a la universidad--.
Sin educación no hay progreso. Es la palanca transformadora del pueblo.
La Universidad, historicamente, puede definirse como un espacio de vida intelectual en que se cultiva el conocimiento.
Es una instancia o institución de naturaleza académica.
El cultivo del saber es la finalidad y la razón de ser de la Universidad,
Es indispensable preservar la cultura, enriquecerla y recrearla, transmitirla y difundirla extensamente.
Con esta misión y vocación se distingue la naturaleza de la Universidad dentro del tejido social. El servicio que presta a la sociedad es invaluable.
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México tiene una complejidad y diversidad geográfica y cultural que ha dificultado su capacidad de desarrollo.
Las limitaciones históricas sólo pueden ser superadas si nuestra atención como país se centrara en el desarrollo de una sociedad basada en el conocimiento.
La economía del conocimiento resultante cambiaría completamente los paradigmas existentes en relación con el crecimiento, la competitividad, el empleo y el desarrollo social.
Este es el nuevo paradigma del desarrollo social: Una Educacion innovadora, vinculada, sustentable, humanista, integral, globalizada y competitiva.
El éxito económico se basa cada vez más en la utilización efectiva de activos intangibles como el conocimiento, las habilidades y el potencial innovador; estos son elementos claves para la ventaja competitiva.
El término ‘economía del conocimiento’ se usa para describir esta estructura económica emergente.
Existen al menos tres aspectos a considerar en el desarrollo de una economía del conocimiento:
1. Debe construirse una nueva clase de infraestructura. Una sociedad basada en la información requiere abundante ancho de banda de internet y gran cantidad de información en línea. Las redes de alta velocidad hacen de las distancias algo irrelevante, permitiendo que la educación, los servicios y la información fluyan sin obstáculos hacia todos los lugares --en los barrios remotos de la ciudad, en la montaña, en la selva, en comunidades indigenas y rurales-- que puedan beneficiarse de ellos.
2. Una economía del conocimiento también plantea nuevas amenazas; no esta exenta de peligros, por lo que la legislación debe adecuarse a organizaciones sin fronteras, trabajadores remotos y delincuentes en el extranjero (cibercrimen).
3. La política pública debe concentrarse en transformar las fortalezas actuales de México en conglomerados de conocimiento.
En todo esto, las Universidades tienen una doble responsabilidad:
1*- por una parte, educar con libertad, bajo la perspectiva de la excelencia académica y formar ciudadanos comprometidos con la convivencia democrática, la concordia, la solidaridad social, la equidad, el amor y respeto a la tierra y la cultura; y
2*- por la otra, ejercer y aplicar los recursos públicos con eficiencia y escrupulosa transparencia.
En suma la universidad debe estar formando ciudadanos para el trabajo y para la vida. La tarea social mas delicada, de mayor trascendencia y vital para mexico es la educacion superior. No existe otro camino.
A La juventud mexicana debe de otorgarsele la oportunidad de un titulo universitario de calidad, de excelencia, pertinente y gran sensibilidad y competencia para que atienda los grandes problemas nacionales de pobreza, destruccion ambiental, desempleo, alimentacion y sustentabilidad del desarrollo humano.
Nuestro deber es construir un mundo mejor, ¿Que clase de hombre es aquel que no quiera cambiar el mundo por uno mejor? Nuestra pequeñez en el vasto universo no debe limitarnos para mejorarlo. Para alcanzar lo posible, hay que intentar lo imposible. Creo firmemente que para cambiar al mundo hay que empezar por nosotros mismos. Labrar en nosotros mismos la mejor persona en que nos podamos convertir. ¡Al cambiar nosotros, el mundo cambia!