eso no es malo...lo malo es vivir de los recuerdos, es decir tratar de
mantenernos en pie y de cobrar fuerzas sólo recordando.
Es como que el presente ya perdió su valor o no importa y que todo
aquello que formó parte de nuestro pasado es mejor.
Los recuerdos alegres o tristes siempre aparecen como flashes en
nuestra memoria.Cuando una persona está deprimida y no encuentra
el sentido de su vida empieza a navegar por los mares del recuerdo,
se detiene en los instantes más preciados y otras veces en aquellos de dolor.
Esos instantes de dolor sumados uno a uno son los que muchas veces
aumentan esa depresión. Recordando no disfrutamos el presente, seguimos
viviendo en el pasado y no le damos posibilidad a nuestro ser interior de
aprender, de experimentar sensaciones nuevas...nos perdemos el hoy y
cerramos las puertas a todo lo nuevo.
Una persona que vive pensando en su pasado minimiza el presente y va perdiendo
poco a poco sus ganas de vivir...
Detengamos los recuerdos, naveguemos por ellos
de tanto en tanto pero cuando sintamos que nuestro barco se detiene demasiado
tiempo allí abandonemos el viaje y volvamos a la orilla del presente, del hoy, de
este momento...
Mirar hacia atrás es retroceder...
todo lo que sucedió ya forma parte del pasado...
Lo que importa ahora es el presente...
Avancemos sin temor...
© Graciela De Filippis
mantenernos en pie y de cobrar fuerzas sólo recordando.
Es como que el presente ya perdió su valor o no importa y que todo
aquello que formó parte de nuestro pasado es mejor.
Los recuerdos alegres o tristes siempre aparecen como flashes en
nuestra memoria.Cuando una persona está deprimida y no encuentra
el sentido de su vida empieza a navegar por los mares del recuerdo,
se detiene en los instantes más preciados y otras veces en aquellos de dolor.
Esos instantes de dolor sumados uno a uno son los que muchas veces
aumentan esa depresión. Recordando no disfrutamos el presente, seguimos
viviendo en el pasado y no le damos posibilidad a nuestro ser interior de
aprender, de experimentar sensaciones nuevas...nos perdemos el hoy y
cerramos las puertas a todo lo nuevo.
Una persona que vive pensando en su pasado minimiza el presente y va perdiendo
poco a poco sus ganas de vivir...
Detengamos los recuerdos, naveguemos por ellos
de tanto en tanto pero cuando sintamos que nuestro barco se detiene demasiado
tiempo allí abandonemos el viaje y volvamos a la orilla del presente, del hoy, de
este momento...
Mirar hacia atrás es retroceder...
todo lo que sucedió ya forma parte del pasado...
Lo que importa ahora es el presente...
Avancemos sin temor...
© Graciela De Filippis