El costo del placer

"Cuando os habituéis a poner sobre un
platillo de la balanza lo que ganáis y sobre
el otro platillo lo que perdéis abandonándoos
al placer, descubriréis que las pérdidas son
inmensas y las ventajas casi nulas.

¿Por qué sacrificar tantas energías
preciosas, energías psíquicas, espirituales,
por algunas sensaciones agradables?

Estas sensaciones se borran o se olvidan
(lo que se comió ayer no vale para hoy)
y si basáis vuestra existencia en ellas,
os estáis preparando un futuro de pobreza.

Mientras que si hacéis un esfuerzo para
rechazar ciertos placeres, durante un momento
ciertamente esto os será penoso,
pero os preparáis un magnífico futuro.

Así pues, ¿qué importa perder algunas
sensaciones si nos ganamos nuestro futuro?
Aquellos que no reflexionan dicen:
«¡Con tal de que sienta placer, soy feliz!»
Sí, pero no tienen ningún futuro.

Tomemos el ejemplo del alcohólico o del jugador:
necesitan sensaciones que el alcohol y el juego
les proporcionan ahora, en este instante.
Pero en el momento que dejan de beber o de jugar,
¿en qué estado se hallan? y ¿qué les espera?"

Omraam Mikhaël Aïvanhov