Silvia
Lizbeth Medina de Moreno
Jorge Galo Medina T.
"La fortaleza de una nación está
en los hogares de su gente"
Abraham LincolnLa cultura del consumismo ha llenado las casas de cosas materiales que las adornan, las hacen más funcionales y en muchos casos, son símbolo de status, modernidad y buen gusto. Para poder mantener ese ritmo, muchas parejas deciden trabajar, lo que las orilla a internar en guarderías privadas o públicas a los hijos, desde muy temprana edad. Éstos crecen con mayor independencia, desarrollan ciertas habilidades de manera precoz, aunque permanecen mucho tiempo alejados del padre y de la madre.
Es común observar que no siempre se tiene claro la diferencia entre
casa y hogar:
“…La casa es el lugar donde habitamos. La
componen las paredes, las
puertas, las ventanas y todos los utensilios que en ella hay.
Pero el hogar está formado por las personas y sus relaciones. El calor de un abrazo, el sentir de un beso. Una bienvenida, un regaño, una caricia. El hogar es la sonrisa del hijo(a), la ternura de la madre o la bendición del padre…”¹
Pero el hogar está formado por las personas y sus relaciones. El calor de un abrazo, el sentir de un beso. Una bienvenida, un regaño, una caricia. El hogar es la sonrisa del hijo(a), la ternura de la madre o la bendición del padre…”¹
Por
estas razones el hogar deja se cumplir su misión de albergar a una familia
funcional; empieza a ser descuidado y representar
sólo una casa plena de objetos materiales, pero vacía familiarmente. Se empiezan a
experimentar en la familia, tanto un vacío
físico como uno emocional.
En
muchas circunstancias hay presencia
física pero ausencia emocional; esto
es, se está físicamente en la casa, pero
te la pasas viendo televisión, en la
computadora, en el celular o teléfono, sin ponerle atención a las necesidades
de tu hijo o
de tu pareja. En otras situaciones existe presencia emocional
pero ausencia física; ello se manifiesta
en las parejas divorciadas, que aunque estés en casa,
influyes emocionalmente en el comportamiento de tu hijo. Ambos casos
corresponden a vacíos ambiguos.
De todos los vacíos que se experimentan en las relaciones,
el vació ambiguo es el más devastador porque es poco claro. No hay certidumbre
o cierre en cuanto a la ausencia o presencia de una persona.
Al reflexionar en tu propia familia, ¿te identificas
con alguno de estos vacíos? Hazte las siguientes preguntas:
·
¿De qué maneras ha estado él o ella ausente?
·
¿Cuál fue la razón para que se fuera, si no está
presente en
lo físico?
lo físico?
·
¿Quién ejerció la mayor influencia en la toma
de esa
decisión?
decisión?
·
¿Pensaste que eras la causa de que se fuera?
·
¿Cuáles han sido los efectos de que esa persona
no esté?
·
¿Con quién hablaste acerca de este vacío?
·
¿Temes de que alguna otra persona que amas se
vaya?
Los vacíos familiares son el resultado de una
ausencia y la ausencia genera permisividad. La verdad es que ningún juguete,
por más costoso que sea, puede sustituir el mayor regalo de un padre para su
hijo: su cercanía y dedicación amorosa. En lugar de lo anterior le das permiso
de ir a todos lados, le das dinero para que se divierta en lugar de divertirte
con tu hijo, no le llamas la atención por situaciones que se deben de corregir,
etc.
La ausencia también engendra resentimiento. Por
tanto Un hijo puede acumular tanto resentimiento contra su padre que finalmente
se rebela, es común ver estos comportamientos movidos por el resentimiento:
·
Hijos que se oponen prácticamente a todo lo
que proviene de sus padres.
que proviene de sus padres.
·
Asesinatos de padres en manos de sus propios
hijos
hijos
·
Hábitos destructivos (drogas, alcohol, relaciones, etc.)
que tiene su origen en un deseo de hacerle daño
a un padre ausente
que tiene su origen en un deseo de hacerle daño
a un padre ausente
·
Piensan y actúan en función de esta frase: “me
las
vas a pagar en la primera oportunidad”
Asimismo, a ausencia produce desorientación. Ante
la ausencia los hijos encuentran otros modelos de comportamiento y desarrollan
un sistema para tomar decisiones que tal vez no es el mejor. La desorientación
se manifiesta de diferentes formas:vas a pagar en la primera oportunidad”
·
Decisiones equivocadas
·
Vicios
·
Extravío moral
·
Desorientación vocacional
·
Deshonestidad
·
Valores distorsionados
·
Incapacidad para tomar decisiones correctas
--moral, ética,
sexualmente, etc.
sexualmente, etc.
Toda actitud tiene efecto acumulativo en el
hijo, entre mas ignores a tu hijo, no le prestas atención, no le dedicas
tiempo, se van acumulando sentimientos negativos contra ti.
Es necesario pedir cuentas a los hijos de los
que hablan, piensan actúan, en que se gastan el dinero, por qué, con quién,
dónde, etc., para forjar el carácter. Es necesario incomodarlos con preguntas,
a dónde, quién, cómo, cuándo, dónde, para estar presentes.
La clave de la solución está en dedicar mayor
tiempo a los hijos. Ello se puede realizar teniendo participación activa en
casa, porque no se puede sustituir con nada la conversación trascendental con
los hijos. Constituye la base de un
matrimonio sólido, que les será fundamental a los hijos cuando tomen la decisión de escoger a su pareja correcta para el matrimonio; de lo
contrario no sabrán qué modelo seguirán.
Hay muchas medidas que se pueden tomar para
evitar situaciones de infidelidad en el
matrimonio, que propicien ausencias y desencadenen vacíos familiares. Entre ellas se recomienda:
1.
Salir semanalmente en pareja.
2.
Celebrar algo mensualmente.3. Escápate cada cuatro meses con tu pareja.
4. Irse a un retiro de fin de semana para planear el futuro.
A fin de mantener a la familia presente en el
hogar, es
altamente recomendable hacer las
siguientes
actividades compartidas:
1.
Disfrutar
en familia semanalmente.
2.
Tener una cita a solas con cada hijo
mensualmente.3. Meter en la agenda a tu familia.
4. Vacaciones anuales en familia.
Muchos de los problemas que observamos
actualmente en la escuela básica, en la media superior y en la universidad,
tienen su origen en las relaciones familiares. Las casas con muchas cosas necesitan
convertirse en hogares llenos de amor, armonía y presencia.
De esta manera se
puede transformar la familia vacía en
una familia integrada, funcional, en la que los hijos crezcan con amor, reciban una educación de
calidad, que los blinde contra las tentaciones modernas y los aleje de las
adicciones. Un hogar verdadero en el que
las parejas permanezcan unidas, fieles y preparadas para los embates y problemas
propios de la agitada vida matrimonial del siglo XXI.
___________
*En base a la conferencia “Vacíos Familiares”,
impartida por Alejandro Mendoza y promovida por el Departamento de Desarrollo
Humano del Colegio Americano de Saltillo, Coahuila de Zaragoza, el 27 de
septiembre de 2011.
¹ Dr. Daniel Villa ¿Casa u Hogar? Consultado el
29 de septiembre en http://www.impactofamiliar.org/articles/casa_u_hogar.asp