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domingo, 18 de septiembre de 2011

Educación y Desarrollo Rural. La Vinculación Universitaria





“Actualmente,
 los profesores y las juventudes
que ocupan los espacios universitarios
carecen de referentes sociales derivados
de vivencias con organizaciones
 productivas, e incluso se mantienen
al margen de los movimientos laborales”
Sinecio López Méndez
Vinculación para un
aprendizaje congruente
La Jornada del Campo




Existe, actualmente, una amplia brecha en la vinculación de las instituciones de educación superior e investigación y su entorno. Ello significa la impertinencia de los programas educativos para resolver problemas; de la insuficiencia de la investigación científica que se lleva a cabo; y de la formación profesional alejada de una nueva actitud emprendedora, creativa, innovadora y con un alto nivel de sentido social y de competencia.
La desvinculación de la oferta técnico-profesional de las universidades y centros de capacitación con las organizaciones de productores y con las empresas agroindustriales, se refleja en el incipiente impacto de la investigación científica y tecnológica para crear, innovar y adoptar tecnologías adecuadas para la transformación del campo.

La vinculación  tiene una estrecha relación con la transformación  estratégica de la Universidad y se troca en un componente esencial de las funciones fundamentales de la misma.

Parte fundamental del deber ser de la institución, descansa en diversas tareas de vinculación de la Universidad, a través de la ejecución de acciones y proyectos de alta calidad y de beneficio mutuo con los sectores social, público y productivo. Mediante ellas, se proporcionan servicios profesionales, incluyendo la gestión de tecnología, para lograr el desarrollo sustentable -tecnológico, social, económico y ecológico- del país. Asimismo,  la vinculación se percibe como una sólida estrategia para el mejoramiento académico, especialmente la formación de recursos humanos, la actualización del currículum de las carreras y programas docentes que se imparten y los métodos de enseñanza-aprendizaje y la consolidación de la base científica técnica de investigación.

 Las acciones de vinculación de las instituciones de educación superior son prioritarias, ya que la sociedad demanda que las universidades no sean únicamente formadoras de cuadros técnicos profesionales, sino que también contribuyan al desarrollo nacional con aportaciones efectivas a la solución de problemas. De tal manera que, muchas universidades, consideran la vinculación como una función sustantiva adicional a las tradicionales

La Misión Universitaria en términos de la vinculación es colaborar con el desarrollo de la sociedad, para el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y mejorar la calidad de vida de la población en general, a través de la generación y transferencia de tecnología eficiente y de la prestación de servicios oportunos y de alta calidad.

Ninguna universidad cumplirá plenamente su misión fundamental si no se apropia de la vinculación y la establece orgánica y estructuralmente como una función universitaria; con las variantes y condiciones que cada institución educativa establezca  para su  realización. Y que, adicionalmente, ésta función sea reconocida por la comunidad universitaria y respondan a las necesidades del entorno.

 Por tanto, la función universitaria está íntimamente  ligada a su labor de vinculación. Las esferas de la vinculación universitaria se expanden se reorganizan y se recomponen. Tienen un origen y un fin en los ejes de tiempo y espacio; pero el proceso vinculatorio no perece;  evoluciona a la manera de  una espiral ascendente sin fin. Implica una asociación interminable de extensiones de la universidad desde la cultura hasta la innovación tecnológica; desde el aula hasta la práctica profesional; desde la academia hasta la empresa; tanto vincula un espacio de educación continua, como el egresado en sus funciones laborales y ciudadanas.

Pero hay que reconocer que la misión de la universidad va más allá de su relación con el entorno social y económico. El debate contemporáneo aún persiste en cuanto a los fines de la universidad. Por un lado su misión de formación cultural, humanista y  científica; y por otra, la formación profesional dictada por la necesidad de aplicar el conocimiento al mundo laboral. Esto es, el fin humanista versus el fin utilitario. Para ello, veamos lo que argumenta Margarita Peya Gascóns, de la Universidad de Barcelona:

“…la universidad no es una empresa de formación.
 Una universidad reducida a empresa no sirve a los ideales de verdad y desarrollo
 de la cultura y a la formación de pensadores. Si fuera así, se limitaría a producir
 profesionales  medianamente útiles a la sociedad. La universidad es una institución
 académica que, naturalmente, en los diferentes programas de formación de las distintas titulaciones ha de tener en cuenta las  necesidades y las demandas del mercado laboral, pero al tratarse de una institución de rango académico superior,
esta formación no es suficiente. Se espera que a la par que el estudiante adquiere competencias sobre la propia profesión, se forme también en los valores estrechamente ligados a la formación universitaria, como son la búsqueda de la verdad; la honestidad como valor que conduce al conocimiento y a las limitaciones del saber, la acción y las propias carencias; la solidaridad que equivale al compromiso con la sociedad; el respeto a la vida y a los demás como factor de cohesión social y también el respeto a la naturaleza como conciencia ecológica; la responsabilidad como asunción de compromisos; la justicia como medio de procurar la mejor distribución e igualdad de oportunidades; la integridad como ejemplo de rectitud; la libertad como autodeterminación y elección de alternativas; los principios éticos, entre muchos otros. Por tanto, la universidad como portadora de valores es creadora de una cultura en la que, además del conocimiento técnico, deben imperar el humanismo, la investigación, la innovación y la transferencia, entre otros aspectos…” (Peya Gascóns, 2011)



Lo que está en el fondo del debate es si la universidad forma para la vida ciudadana o forma para la vida laboral. Ambas perspectivas me parecen que no pueden separarse. En la universidad tienen cabida, sin excluirse mutuamente, la tradicional formación humanista y la coyuntural formación para servir al mercado. En su investigación acerca de los vínculos entre el conocimiento y la productividad, y que de manera directa impacta en la formación universitaria, De Mendoça Silva (2011) concluye: “…la universidad debe equilibrar la formación profesional con la humanística, pues de no ser así acabará convirtiéndose en un sector más del proceso educativo, con la función de aportar la mano de obra que éste necesita…”



Partiendo de diversas experiencias en ese contexto, y en plena coincidencia con la Dra. Mendoça Silva,  planteábamos que los estudiantes deben de formarse integralmente. Esto es, recibir educación de calidad y excelencia para su formación en el trabajo. Pero que además deberían de formarse para la vida; es decir formar

“…personas equilibradas, libres, responsables, emocionalmente inteligentes, intelectualmente capacitadas, moralmente fortalecidas, mentalmente preparadas para vivir plenamente. Esta es la asignatura pendiente por la que tendrán que examinarse las universidades, en el siglo XXI, pues hoy en día parecen olvidar que, ante todo, deben ser el crisol en que se humanice el desarrollo general basado en el desarrollo, crecimiento y superación del ser humano…” (Medina, 2009)



 Literatura Citada

Medina T., Jorge Galo. 2009. Humanizar el desarrollo para desarrollar al ser humano. In: Alvarez Siller, Adriana. Conócete…Libérate…Vive. Autoconocimiento: La clave del autodominio y la liberación espiritual. Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Buenavista, Saltillo, Coahuila. 46 p.
Mendoça Silva, Vera Lúcia. 2011. Universidad y empresa. Los vínculos entre el conocimiento y la productividad. Editorial Fontamara. México, D.F. 233 p.

Peya Gascóns, Margarita. 2011. Algunas reflexiones sobre la formación en la universidad. Nursing 29 (1):6