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lunes, 26 de septiembre de 2011

MásMejor

Asistí recientemente a sesión ordinaria de Consejo Político Estatal del PRI donde nos encontramos más de 500 consejeros para desahogar una larga agenda. Ahí escuche al Gobernador Electo Rubén Moreira Valdez, que hablaba de la situación del país y del futuro de Coahuila. Su mensaje fue firme y contundente, y por referirme a él de memoria, no  intentaré poner sus palabras entre comillas, a manera de cita directa. Reconozco el riesgo que conlleva el mezclarlas con las mías, pero viéndolo objetivamente, serán las palabras de alguien parado en los hombros de un gigante.

Hace pocos días Coahuila estuvo en el remolino nacional mediático por el tema de la deuda pública. Con mayor propiedad deberíamos de referirnos a ella como financiamiento del bienestar; cuyo destino no es otro que el de crear infraestructura para la consolidación económica, el mejoramiento del bienestar y el abatimiento de los rezagos sociales. Tenemos puentes y vialidades, hospitales, preparatorias, aulas y edificios educativos, teatros, museos, agua potable, pavimento, parques industriales; pero además fuimos el único estado que disminuyo la pobreza y creó infraestructura para atraer inversiones, activar la economía y el empleo.

Lo más importante es que la calificación otorgada a las finanzas estatales hace de ese financiamiento una deuda pagable. En el ámbito nacional las prioridades del presupuesto del gobierno federal están invertidas; se destinan más recursos a las celdas que a las aulas. El campo de las letras lo cambiaron por un campo de batalla. Las deudas que el pueblo mexicano siente en carne propia, son las más cercanas a su familia, hogar y comunidad. Por ello, en la estela de sangre que ha dejado la acción fallida de combate al narco, quedan muchas cicatrices imborrables. ¡La deuda de sangre es impagable! Igual de impagable como las deudas de la pobreza, de la incertidumbre y de la paz social. .  

En el terreno local, los acuerdos que hoy hemos tomado, son los que nos aseguran el trabajo político organizado, planeado y con unidad; el que hará posible como lo hicimos el pasado 3 de julio, rebasar metas que parecían muy alejadas. A tres años de distancia ganamos con 440 mil votos todas las diputaciones locales; posteriormente triunfamos en las siete diputaciones federales con 509 mil votos, y enseguida en las elecciones de alcaldes llegamos a 570 mil votos. Con el músculo, la fuerza, la unidad y el programa electoral 2011 nos propusimos alcanzar 700 mil votos y obtuvimnos 721 mil con lo cual ganamos todas las diputaciones locales y la gubernatura. Ahora no hay nada más importante para nuestro partido que ganar la presidencia de la república. Por ello en la elección del 2012 en la que vamos además de la presidencia, por senadores y diputados federales, hemos elevado la mira a 800 mil votos. Estoy seguro, afirmó, que el PRI estatal tiene la fortaleza necesaria para superar esa meta y contribuir al sufragio nacional para llegar a los pinos. En la renovación de nuestros consejos, estatal y municipal, daremos cuenta de nuestra capacidad de organización y convocatoria para realizarla en un proceso interno abierto.

Aún en el plano local, se refirió a los retos y compromisos que asumirá a partir del próximo 1º de diciembre, en el que su mayor esfuerzo será transformar la realidad y continuar por la senda del desarrollo y bienestar de los coahuilenses. Más educación de calidad, elevando el índice de escolaridad a 11 años. Queremos a los muchachos en las aulas no en las celdas ni en los campos de batalla; queremos ganar la paz, no la guerra. Por sobre todo queremos más y mejor seguridad; estén ustedes seguros ¡que de eso me encargo yo! Detonaremos la economía de todas las regiones, dando especial atención al corredor laguna-centro-norte. Vamos por más y mejores condiciones de bienestar de todos. Vamos por más y mejores programas sociales, por más y mejores niveles de empleo, por más y mejores condiciones de salud con más centros hospitalarios.

La sabiduría pueblerina es la eterna e inmejorable maestra. Nos enseña con sus expresiones mucho de la vida y de la percepción del mundo. Sobresalen, entre otras: ¿Qué onda?,  ¡No manches!, 'De aquí soy!, 'MasMejor'. Ahh, 'MásMejor', una feliz expresión de esperanza de crecimiento, de actitud positiva, de un futuro prometedor y cargado de cosas nuevas.  Con ese lema de campaña, Rubén Moreira llegó a las mentes y corazones de los Coahuilenses, que se sintieron incluidos en los planes del nuevo gobernador, del nuevo gobierno. Penetró el mensaje porque abanderó  las causas con las que el pueblo se identifica.   
A partir del 1o de diciembre,en suma, tendremos un gobierno más responsable, emprendedor, sensible y visionario. Un gobernador que impulsará en todos los rincones de Coahuila, las condiciones necesarias para que estémos 
¡MásMejor!