"Aquél que no sabe dominar su cólera, ignora que ésta es una
fuerza que viene de mucho más lejos y que quiere introducirse en
él.
Incluso cree, al menos por un instante, que ésta corriente
poderosa le transmite una parte de su poder. Pero esto es una
quimera, porque lo que es poderoso, es la corriente, y no la
persona por la que pasa.
Así, después de su paso, el pobre desgraciado se siente tan débil
que todo tiembla en él: las mandíbulas, las piernas, las manos.
El discípulo de una Escuela iniciática ha comprendido que
dominando la cólera que siente ascender en él y tratando de
transformarla, adquiere el verdadero poder. Y lo mismo sucede c
on la energía sexual: uno se refuerza considerablemente dominándola.
He aquí por qué los Iniciados que aprendieron a dominar el
instinto de agresividad así como el instinto sexual, poseen tanta
energía para pensar, para hablar, con el fin de iluminar a los
seres."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
fuerza que viene de mucho más lejos y que quiere introducirse en
él.
Incluso cree, al menos por un instante, que ésta corriente
poderosa le transmite una parte de su poder. Pero esto es una
quimera, porque lo que es poderoso, es la corriente, y no la
persona por la que pasa.
Así, después de su paso, el pobre desgraciado se siente tan débil
que todo tiembla en él: las mandíbulas, las piernas, las manos.
El discípulo de una Escuela iniciática ha comprendido que
dominando la cólera que siente ascender en él y tratando de
transformarla, adquiere el verdadero poder. Y lo mismo sucede c
on la energía sexual: uno se refuerza considerablemente dominándola.
He aquí por qué los Iniciados que aprendieron a dominar el
instinto de agresividad así como el instinto sexual, poseen tanta
energía para pensar, para hablar, con el fin de iluminar a los
seres."
Omraam Mikhaël Aïvanhov